Ese rapaz tan veloz
que ha robado mi sombrero
no tiene pies ni cabeza
¡De aire tiene los sesos!
Cómo me gustaría
cabalgar sobre ese viento
para mirar al mundo
desde arribita del cielo.
Caballo de cien soplidos
¿dónde has puesto mi sombrero?
Mira qye si lo pierdes
mi madre me dará encierro.
Después de leer una, dos, mil veces tu tacto en los renglones, la letra despanzurrada que descifro o presiento o adivino he pensado...
Como un faro emergente de hielos milenarios quieres alzar la voz ¡oh! Santa Cruz perdida en el océano del pensamiento póstumo de un héroe...
Estoy metida en el paisaje como sumergida en un golfo de silencio. Tengo algo de pájaro triste, algo mar y algo de puerto. Una nave...