No pretendo
que tu llama y la mía
hagan el mismo fuego
o que al mirar
el cielo,
el horizonte
pinte idéntica tela,
ni que las blancas.
negras y corcheas
sólo una notas sean.
No quiero
ser autómata del ruido
hacia donde convergen
las cabezas
sin tino.
No es mi propuesta
que mires en mi espejo,
o pongas
tus pisadas en mi ruta,
únicamente
intentemos el abrazo
para que nuestras manos
no se fundan
sino que labren juntas.
Retazos de Nieve y Sol - Nilda Azar (1° Edición- Octubre 1988)