El alivio que habrá sentido César
en la mañana de Farsalia, al pensar: Hoy es la batalla.
El alivio que habrá sentido Carlos Primero
al ver el alba en el cristal y pensar: Hoy es el día del patíbulo, del coraje y del hacha.
El alivio que tú y yo sentiremos en el instrante que precede a la muerte,
cuando la suerte nos desate de la triste costumbre de ser alguien y del peso del universo.